¿Querés aprender cómo limpiar joyas? Es importante hacerlo correctamente y cuidar el material. Leé y descubrí los mejores métodos para la limpieza de joyas.
El oro y la plata son materiales duraderos pero, con el correr del tiempo y el uso frecuente, suelen oscurecerse u opacarse. Ya se trate de anillos, pulseras o cadenitas, existen métodos para hacer que el color y el brillo de tus joyas vuelvan a ser los que eran. Tené en cuenta que los siguientes procedimientos de limpieza en este artículo no están indicados para baños de oro o plata, sino para joyas macizas. Por otro lado, si tu pieza contiene alguna perla o piedra pegada, tenes que saber que el proceso de limpieza para ésta seguramente sea otro, por lo que, en estos casos, es necesario que consultes con Baviera Joyería. De lo contrario, podes seguir los tips en esta guía de Baviera sobre cómo limpiar joyas de plata y oro.
Cómo limpiar las joyas de oro:
Llená un recipiente con agua tibia y échale un poco de detergente de platos para obtener agua jabonosa.
Sumergí tus joyas de oro y déjalas en remojo durante 30 minutos para que la suciedad se vaya aflojando.
Luego fregalas con un cepillito de cerdas blandas. Mientras más blandas, mejor.
Volve a sumergirlas y seca con un paño suave.
Ante cualquier duda, consulta siempre con nosotros, somos especialistas en la fabricación y venta de joyas.
Cómo limpiar las joyas de plata:
La plata es un metal menos resistente que el oro, pero no por eso menos popular. Todos tenemos algo de plata en casa, no sólo joyas sino también cubiertos u otros objetos de valor. Al igual que con el oro, no olvides que si tu joya tiene piedras, por ejemplo, debes chequear el método de limpieza específico para éstas. En cuanto a las piezas de plata, si no sabes cómo limpiar joyas de este material, a continuación Baviera Joyería comparte con vos 3 métodos de limpieza con ingredientes que seguro tenes en casa:
Agua y detergente: Si tus joyas no están tan opacas, el agua enjabonada puede ser suficiente. Frota suavemente con los dedos y enjuaga. La temperatura del agua no tiene que estar caliente sino tibia. Luego seca con un paño suave.
¿Por qué se pone fea la plata?
Básicamente por dos factores que no puedes controlar: el aire, y tú misma/o.
En lo que al aire respecta, el problema es un tóxico muy común llamado sulfuro de hidrógeno (H2S). Éste es el gas responsable de muchos de los “malos olores” que percibimos (se le llama también “gas de alcantarilla”), y lo encontramos por ejemplo en el gas natural, o fruto de la descomposición de algunos alimentos.
Este gas, del que se encuentran trazas en la atmósfera de manera habitual, es el responsable del ennegrecimiento de la plata. Al contactar con la plata, se da una reacción química que genera sulfuro de plata (Ag2S), quedando el compuesto fijado en la superficie del objeto de plata.
Y mientras todo esto ocurre, entramos en juego nosotros, las personas: el pH de nuestra piel, los compuestos de nuestro sudor, incluso lo que comemos o con lo que nos medicamos, contribuyen a acelerar las reacciones químicas explicadas antes.
El resultado: la plata se ennegrece